En Colosenses 4:5 el apóstol Pablo habla de «aprovechar el tiempo al máximo». Las traducciones más antiguas lo traducen como «redimir el tiempo». Estas son palabras sabias para nosotros hoy, ya que estando confinados en casa, muchos están tratando de llenar cada día con actividades significativas. Con esto en mente, ¿Puedo recomendarte las palabras de Jesús en Juan 15 con las cuales nos exhorta a «permanecer en él»? ¿Qué mejor momento que ahora para entrar en el corazón de nuestro Señor Jesucristo, con un enfoque indivisible y resuelto en intensificar nuestra intimidad con él?
Pero, ¿qué significa «permanecer» en Jesús (Juan 15:4-7)? Inmediatamente pienso en al menos cuatro cosas, todas comienzan en inglés con la letra ‘R‘ (¡para ayudarte a recordarlas!).
MANTENTE (REMAIN)
¿Qué significa mantenerse en Jesús? En primer lugar, significa que no te alejas ni te desvías sin rumbo en pensamiento o acción. Mantienes tu corazón, alma, mente y cuerpo conectado a la persona de Jesús. Cuando los tiempos se ponen difíciles, cuando el mundo, la carne y el diablo te tientan a alejarte y buscar otras fuentes de consuelo, tú respondes «¡No, permaneceré en Jesús!» Me mantendré dentro de la órbita de su influencia amorosa. Continuaré buscándolo para todo lo que necesito, tanto en lo emocional como en lo espiritual, en lo financiero, en lo físico y en cualquier otro sentido.
Mantenerse o permanecer en Jesús significa que ejerces control sobre tus pensamientos. Mediante el poder del Espíritu, clamas conscientemente a él para mantener tu mente en el lugar correcto, es decir, en quién es Jesús, lo que ha hecho por nosotros y lo qué ha prometido hacer por toda la eternidad. Por el poder del Espíritu, resiste cualquier tentación de dejar que tus pensamientos divaguen hacia alguna otra “belleza” rival, algún otro “dios” rival, alguna otra terapia alternativa con la que estés tentado a pensar que puede hacer por ti lo que Jesús “no puede”.
Hay un verso en el libro de Judas que significa lo mismo. Dice así: «manténganse en el amor de Dios» (v. 21). No se refiere a hacer cosas para que Dios te ame. Mas bien, a tomar las acciones necesarias para que experimentes, disfrutes y siempre confíes en la realidad del amor que Dios ya te ha dado en Cristo. Dios te ama, ahora toma medidas para mantener esa verdad viva en tu corazón. Evita cualquier cosa que pueda socavar tu confianza en el amor de Dios por ti. ¡Evita cualquier pensamiento o acción que pueda anestesiar tu alma del gozo que produce el saber que Dios se deleita en ti! Y una de las principales formas de mantenerse en el amor de Dios es permanecer o estar íntimamente conectado a Jesús en todos los sentidos.
Evita cualquier cosa que pueda socavar tu confianza en el amor de Dios por ti. ¡Evita cualquier pensamiento o acción que pueda anestesiar tu alma del gozo que produce el saber que Dios se deleita en ti! .
DESCANSA (REST)
¿Significa esto descanso físico o descanso espiritual? Ambos, pero principalmente significa descanso espiritual y emocional. Es básicamente sinónimo de confiar en Jesús, de creer que él es suficiente. Creer que él te proveerá todo lo que necesites. ¡Deja de afanarte por la intriga! En otras palabras, ponle fin a todas tus especulaciones, planes carnales y esquemas mundanos para hacer por tu alma lo que crees que necesita y por el temor de pensar que Dios no puede o no quiere hacer algo por ti.
La mejor manera de hacerlo es recordando todas las promesas de la Palabra de Dios. Pero no sólo recuérdalas, sino créelas también. Si te encuentras dudando de alguna de ellas, clama a Dios insistentemente en oración, que por medio de su Espíritu te permita creer que son verdaderas. No lo hagas con tu propias fuerzas, busca que Dios te provea de la fuerza y la energía que necesitas para descansar.
REFLEXIONA (REFLECT)
Esto fluye directamente de los dos primeros puntos . Lo que quiero decir con «reflexionar» es meditar profundamente en las verdades y promesas que le has pedido a Dios que te ayude a creer que son verdaderas.
No olvides que Jesús no se limitó a hablar de «nosotros permaneciendo en él», en Juan 15. También habló de su permanencia en nosotros («…permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes…», v. 4). También dice en el v. 7, «Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá» (NVI). ¿Qué significa que las palabras de Jesús «permanezcan» en nosotros? Significa que las tomamos en serio, las reflexionamos a menudo, las obedecemos cuando nos dan órdenes, las creemos cuando vienen en forma de promesas. Que las palabras de Jesús «permanezcan en nosotros» significa que confiamos en la verdad de lo que dice frente a cualquier circunstancia y ante todo lo que cualquier persona en cualquier otro momento nos dice. Sus palabras «permanecen» en mí cuando pienso en ellas, las memorizo, las obedezco, empapo mi alma en ellas y creo que son verdaderas y dignas de confianza.
REGOCÍJATE (REJOICE)
Utilizo esta palabra para describir la cuarta forma de «permanecer» porque tenemos que responder a las tres primeras. Tenemos que responder en adoración a todo lo que Dios es para nosotros en Jesús. Tenemos que responder a todo lo que Dios ha prometido ser para nosotros ahora y para siempre en Cristo Jesús, dándole gracias, celebrándole y adorándole.
Puede que les parezca extraño que haya incluido una palabra que implica acción al describir lo que muchos consideran como algo pasivo. Muchos piensan que permanecer significa acostarse y no hacer nada. ¡No! No estamos hablando de vaciar nuestras mentes y “flotar” cada día, sin esfuerzo alguno. Permanecer es una decisión activa de la voluntad. Elegimos mantenernos, descansar, reflexionar y luego regocijarnos en la adoración, la alabanza y la exaltación.
Para terminar, consideren el famoso pasaje de Filipenses 4:11-13. Creo que Pablo está hablando de permanecer en Jesús cuando dijo lo siguiente:
No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre. Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
La mayoría de nosotros no tenemos problema con vivir en abundancia. Pero si tratas de hacerlo sin permanecer en Jesús, terminarás confiando en tu abundancia en vez de Cristo. Incluso en la abundancia, Pablo se negó a confiar en lo que poseía. Su corazón siempre estaba aferrado y obsesionado con Jesús.
Lo que Pablo está diciendo aquí es idéntico a lo que leemos en los Salmos:
«Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú. Fuera de ti, no poseo bien alguno.» (Salmos 16:2 NVI)
«¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra.» (Salmos 73:25 NVI)
Una última palabra. Permanecer y descansar en Jesús no se relaciona principalmente con la relajación física. ¡Sí, claro que debes descansar físicamente! Pero puedes permanecer en Jesús mientras cambias pañales, o lavas los platos, o cortas el césped, o arrancas la hierba del jardín, o sirves a otros, o pagas las facturas. Permanecer es fundamentalmente una postura del corazón, no del cuerpo.
Así que esto es lo que Jesús nos dice a ti y a mí en esta época de la vida, de hecho en todas las épocas de la vida: «Permanezcan en mí, descansen en mí, reflexionen sobre mí, alégrense por lo que soy y por lo que hago por ustedes».
Este artículo fue publicado el 9 de abril de 2020 en «Enjoying God Ministries» del pastor Sam Storms, consulta aquí su sitio para mas recursos en inglés que edificarán tu vida.
